El colorido y creativo mundo de los bloques ha cautivado a generaciones enteras, convirtiéndose en algo más que simples juguetes. Cada año, el 28 de enero, se celebra el Día Mundial de LEGO.
Su historia se remonta a sus humildes comienzos en un pequeño taller de carpintería de Dinamarca. El nombre LEGO proviene de las palabras danesas "leg godt", que se traduce como "juega bien". A lo largo de sus 92 años de existencia, LEGO ha evolucionado de forma impresionante, pasando de ser un modesto taller a uno de los mayores fabricantes de juguetes del mundo.
En 1958, la marca introdujo la forma de ladrillo que conocemos hoy, marcando un hito en la historia del juguete. La clave de su versatilidad reside en la brillantez del sistema de enclavamiento de tubo y taco, que permite a los constructores conectar los bloques de innumerables maneras. Este revolucionario principio ha brindado a niños y adultos por igual la oportunidad de construir cualquier cosa que su imaginación pueda concebir.
El Día Mundial de LEGO rinde homenaje a la desbordante creatividad que estos bloques han inspirado en todo el mundo. La fecha conmemora la presentación de la patente por Ole Kirk Christiansen, el inventor danés detrás de la marca. Es un día para recordar cómo un simple juguete se convirtió en una herramienta para fomentar la imaginación y la habilidad.
Según Askids, la plataforma de data e insights para el segmento U18 , los bloques LEGO tienen un impacto significativo en América Latina. El 99% de los niños de la región conoce estos famosos bloques, el 65,18% posee su propia colección y el 95% disfruta construyendo y jugando con LEGO.
El 28 de enero celebramos no sólo un juguete, sino un símbolo de creatividad, innovación y la intemporal capacidad de jugar bien. Desde sus comienzos en un taller danés hasta conquistar los corazones de millones de personas, LEGO ha construido algo más que simples estructuras: ha creado recuerdos, experiencias de aprendizaje y conexiones que perdurarán durante generaciones.