En las últimas semanas, he pasado horas estudiando tendencias, escuchando a expertos del sector, reflexionando sobre mis propias experiencias y observando de primera mano la transformación de la industria televisiva.
Para contextualizar mi perspectiva: Nací en 1996 y crecí viendo la televisión por cable en su auge. Si escarbo en mis recuerdos, aún puedo recordar los números exactos de mis canales favoritos, tales cómo, Discovery, Animal Planet y National Geographic, 45 en la televisión por cable, y más tarde 623, cuando los canales de alta definición y los paquetes ampliados se convirtieron en parte del servicio.
Todavía puedo sentir la emoción de ir con mi padre a alquilar una película un viernes por la noche: el aroma inconfundible de las cajas de plástico, el sonido satisfactorio de la caja al abrirse, la decepción al darme cuenta de que la película no estaba disponible y el escozor de olvidarme de devolverla a tiempo, sólo para enfrentarme a los temidos recargos por retraso al día siguiente.
Al mismo tiempo, fui testigo de la llegada y la evolución temprana de OTT (streaming "over the top" de Internet, accesible en cualquier dispositivo), que se liberaba de la infraestructura de cable tradicional.
Recuerdo la primera vez que oí hablar de algo llamado YouTube en la escuela primaria. Me costó días de búsqueda en Google encontrar por fin esta plataforma, que al principio pensé que se escribía"U2". También recuerdo perfectamente el primer vídeo que vi en YouTube: un compilado de bloopers titulado "Golpes y Caídas Varias". Pero no recuerdo la primera película que vi en Netflix. Eso, en sí mismo, dice mucho.
Los cambios en el comportamiento de los consumidores, impulsados en gran medida por los avances tecnológicos, han reconfigurado por completo la forma de consumir contenidos. Aunque la esencia sigue siendo la misma, el objetivo sigue siendo entretener, los formatos y los canales de distribución están evolucionando a un ritmo sin precedentes.
El cambio: de la televisión lineal a la OTT y a las redes sociales
Lo que una vez conocimos como televisión (TV lineal) está perdiendo terreno rápidamente, con la
Generación X e Y aún sosteniendo gran parte de su audiencia. A medida que descendemos en edad, las plataformas OTT ganan terreno.
Si miramos a las generaciones más jóvenes -hacia la Generación Z y Alfa- vemos una tendencia creciente, en la que las plataformas sociales como Youtube y Tik Tok empiezan a acaparar la mayor parte de su atención.
La batalla feroz: La transición de la televisión lineal a los OTT
La verdadera revolución y batalla competitiva se está desarrollando en el espacio OTT. Las empresas de medios de comunicación y entretenimiento se dieron cuenta hace años de que su futuro dependía de su capacidad de adaptar sus contenidos y métodos de distribución para servir a audiencias más allá de la televisión tradicional.
Los primeros, como Netflix, allanaron el camino y establecieron las normas del sector, mientras las grandes empresas de medios de comunicación observaban y tomaban notas durante años. Al final, dieron el paso, al principio con cautela, pero a medida que evolucionaba la dinámica del mercado, se encontraron en una carrera por capitalizar la creciente demanda.
Y en medio de esta furiosa batalla competitiva... ¡Los usuarios!
Atrapados en el fuego cruzado de este panorama en constante cambio están los espectadores, que intentan navegar por este laberinto de plataformas, opciones de contenidos y modelos de negocio:
- Un día encuentras el contenido que buscas y al día siguiente ya no está.
- Donde las opciones de contenido parecen ilimitadas,pero la audiencia se debate entre ver lo que cree querer y lo que un algoritmo le recomienda.
- Donde las suscripciones SVOD y AVOD son ahora una mezcla fragmentada, que obliga a los usuarios a hacer malabarismos entre los modelos de pago y los financiados con publicidad.
El factor juventud: Un cambio que define el futuro
Y las cosas se ponen aún más interesantes cuando observamos a las audiencias más jóvenes, donde:
1. YouTube y las plataformas sociales dominan sus periodos de atención, tomando la delantera en el consumo diario de contenidos.
2. A continuación vienen las plataformas de streaming (SVOD y AVOD), como fuentes complementarias de contenidos.
3. La televisión lineal se desvanece en el fondo, con sus últimos restos sostenidos por una audiencia envejecida, que disminuye lentamente con el tiempo.
La pregunta ya no es "¿Está evolucionando la televisión?", sino..."¿Quién dominará la próxima generación de consumo de contenidos?".
Esta es la nueva era del entretenimiento.
Un campo de batalla para las plataformas, un rompecabezas para los anunciantes y un laberinto sin fin para los consumidores.
Para profundizar en el tema, consulte nuestro último informe.
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