Ricardo Wako, Country Manager, Kids Corp Brasil
En los últimos años, el juego online, actualmente conocido como apuestas, se ha expandido de forma alarmante en Brasil, afectando a adultos y menores.
La exposición a las apuestas online ha crecido considerablemente, impulsada por factores como la falta de regulación específica, el fácil acceso a las plataformas de apuestas y una oleada masiva de publicidad que fomenta la normalización de estas prácticas desde una edad temprana.
El fenómeno de los juegos de azar, especialmente a través de plataformas online , está cada vez más arraigado en la sociedad. En Brasil, tres de cada 10 padres de niños de 10 a 17 años declaran haber apostado en el último mes*. La mayoría de ellos son hombres menores de 44 años y de nivel socioeconómico medio-alto.
De los que apuestan, el 92% lo hace a través de canales formales, como sitios web y aplicaciones. Sin embargo, el 13% también utiliza canales informales, como grupos de WhatsApp y Facebook.
Esta tendencia suscita una gran preocupación entre los padres por el impacto de este hábito en sus hijos: el 84% teme desarrollar una adicción a los juegos y al 80% le preocupa que sus hijos empiecen a jugar.
El impacto del juego en la población menor de 18 años es aún más alarmante y merece una atención prioritaria. Los niños y adolescentes de entre 10 y 17 años en Brasil no sólo tienen un alto nivel de conocimiento sobre el juego, sino que también muestran una preocupante tendencia a participar activamente en este deporte:
● El 84% conoce la existencia y la posibilidad de hacer apuestas online;
● El 30% ya ha jugado y un alarmante 68% lo ha hecho en el último mes.
Asimismo, la influencia social es clave en este comportamiento: el 61% de los que jugaron recientemente lo hicieron por la experiencia de un amigo, lo que refleja cómo el sentimiento de pertenencia juega un papel crucial en la normalización de estas prácticas.
Pero el problema no acaba ahí. Los efectos financieros y económicos son evidentes:
● El 54% utilizó dinero que no tenía para jugar;
● El 39% teme no poder dejar de jugar, lo que indica una clara vulnerabilidad a la adicción.
Estas cifras reflejan la urgente necesidad de adoptar medidas para proteger a los menores de 18 años de los riesgos asociados al juego.
Al igual que hace una década varias empresas del sector digital se comprometieron a construir una Internet más segura para las generaciones futuras, las nuevas industrias del deporte y el entretenimiento deben tomar conciencia del daño que causan a los jóvenes. Es esencial que estos actores actúen con responsabilidad para garantizar un entorno que priorice el bienestar general, pero especialmente el de las nuevas generaciones.
RESTRICCIONES A LA PUBLICIDAD DEL JUEGO
El impacto del juego en los menores no es un fenómeno aislado ni aleatorio. Está impulsado, en gran parte, por la normalización que generan las prácticas publicitarias agresivas, especialmente en los entornos deportivos. La publicidad de las apuestas es omnipresente en los deportes, especialmente en el fútbol, utilizando la pasión por los clubes y los ídolos para conectar con estas audiencias vulnerables.
En Brasil, el 75% de los equipos de primera división están patrocinados por casas de apuestas, lo que expone constantemente a los niños a estas marcas. Según data de la Asociación Nacional de Juegos y Loterías (ANJL), estas empresas invertirán cerca de 2.000 millones de reales (346 millones de dólares) en el fútbol brasileño hasta 2025, consolidando su influencia en el sector deportivo.
A pesar de los avances regulatorios promovidos por el Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (Conar), el Consejo Ejecutivo de Normas Estándar (CENP) y la Asociación Brasileña de Agencias de Publicidad (ABAP), es evidente que las regulaciones actuales, como la Ley 14.790/2023, aún son insuficientes para abordar de manera integral los riesgos asociados al juego.
La normalización de las apuestas deportivas refleja un vacío normativo que, como sociedad, no podemos ignorar. Ya hemos visto los efectos positivos de regular la publicidad de otros productos nocivos, como el tabaco y el alcohol.
En Brasil, la publicidad de cigarrillos está prohibida en los medios de comunicación y restringida a los puntos de venta. Las bebidas alcohólicas se enfrentan a estrictas restricciones, como la prohibición de asociar el consumo a éxitos sociales o deportivos, además de la obligación de incluir advertencias sobre consumo responsable y restricciones de venta.
Siguiendo estos precedentes, urge implantar una normativa similar para las apuestas.
● La publicidad de juegos de azar no debería estar disponible para niños y adolescentes en ningún medio, considerando que es inevitable que vean deportes;
● El acceso a estas plataformas debería estar estrictamente restringido a mayores de 18 años, mediante una verificación de identidad efectiva.
La ludopatía es un problema cuya solución no puede esperar más. Como sociedad, debemos dar prioridad a la protección de niños y jóvenes, garantizando que crezcan en un entorno seguro, lejos de la influencia de adicciones graves que amenazan el bienestar y el desarrollo de los más vulnerables.
La inacción no es una opción. Es hora de actuar estableciendo normativas y garantizando que las plataformas de apuestas y su publicidad se mantengan fuera del alcance del público menor de 18 años. Solo así podremos detener este daño y construir un futuro más responsable para las generaciones venideras.
* Fuente: Portal Kids Corp Insights . Muestra de 4.639 encuestados (padres e hijos de 10 a 17 años). Encuestas en línea realizadas en agosto y septiembre de 2024.